Debido a que estoy un poco espantado por la alegre invasión de franquicias americanas que están pululando en Ensenada quisiera escribir una nota acerca de ello
Allá del otro lado tomas el coche y te metes en un carril del monumental freeway 5, le pisas a 150 km por hora y en un solo día recorres California de ida y vuelta, si hicieras escalas en varios puntos en tu camino tendrías la sensación de que por más que avances estás en el mismo lugar, comes en McDonalds, echas gas en la Shell, compras un libro en el Barnes and Noble, papelería en Office Max y compras cualquier cosa en el Costco, recorres otros 100 km de carretera te bajas y te vas a encontrar con lo mismo. Al parecer todas las comunidades están planificadas como pequeñas células estandarizadas
-estándar- esa es la palabra clave, poblaciones hechas como productos en serie. No hay un aire de localidad, el patrón se repite y se extiende por todo el país. Esto no es casual, es una circunstancia muy favorable para las corporaciones, que se encargan de diseñar un solo producto o servicio, y luego lo multiplican por un millón.
Estandarizan todo, obviamente los productos, pero también cosas como el trato al cliente, la organización interna, la publicidad y la imagen. Solo encuentro una ventaja para los consumidores, el que el producto que adquieren ha sido probado y estudiado extensivamente dado que su venta es masiva, así que cada producto, cada hamburguesa, ja, ha sido cuidadosamente estudiada y diseñada para satisfacerte. A los empleados también se les homogeniza, parte de su entrenamiento es un lavado de cerebro en el que les inculcan los valores de la empresa (el más alto es siempre la eficiencia) un sentido de satisfacción y agradecimiento por haber sido “elegidos” para laborar ahí y para finalizar se les presentan los incentivos y ventajas de ser un empleado apegado a las políticas de la empresa. Así que los cajeros en los supermercados están obligados a sonreírte y a saludarte, aunque por dentro se los esté llevando la chingada.
Salirse del estándar se castiga con el despido, a los empleados se les dice incluso como se deben sentir y en algunos casos, y no se con que avanzado truco psicológico lo logran, pero hacen que los avances de la empresa sean sentidos como avances personales de los empleados, aunque algunos no caen en la ilusión y son concientes de la maquinaria que los controla y vigila, se saben explotados, humillados y maquillados con estupideces como “el empleado del mes”.
Un problema más grave sería o es, que el mismo modelo estándar se aplique en áreas como la educación, las costumbres o las noticias, pues se homogenizaría el modo de pensar de la gente, y eso me parece que es conveniente para ciertas personas… precisamente las que están a cargo, the rulers.
En fin, en realidad esta nota es para dar la bienvenida a Ensenada a la cadena mundial de cafés “Starbucks”, que abrió hace poco enfrente del McDonalds del bulevar costero, no hace falta desearles éxito, pues todas las tardes que he pasado por ahí está lleno de gente, el american way es chic e irresistible para nosotros, indefensos ensenadenses.
JMS